Domingo de Resurrección
Los cincuenta días que van desde este domingo de Resurrección hasta el de Pentecostés han de ser celebrados con alegría y exultación como si se tratase de un sólo y único día festivo, más aún, como un ‘gran domingo’, tal como lo proclama el himno israelita propio de estas fechas que los cristianos aplicamos al Misterio Pascual: «Este es el día en que actuó el Señor; sea nuestra alegría y nuestro gozo» (Salmo 117, 24).
Es el aniversario del triunfo de Cristo. Es la feliz conclusión del drama de la Pasión y la alegría inmensa que sigue al dolor. Y un dolor y gozo que se funden pues se refieren en la historia al acontecimiento más importante de la humanidad: la redención y liberación del pecado de la humanidad por el Hijo de Dios.
Pascua es victoria, es el hombre llamado a su dignidad más grande. ¿Cómo no alegrarse por la victoria de Aquel que tan injustamente fue condenado a la pasión más terrible y a la muerte en la cruz?.
Hago eco a las palabras de Monseñor Raúl Chau, obispo Auxiliar de Lima quien nos dice:
“Que el Señor nos conceda una alegría de auténtica conversión del corazón; perdonándonos los unos a los otros y acercándonos a nuestros hermanos los alejados, los olvidados, los que sufren, y así, junto con ellos, podremos decir Cristo vive y está entre nosotros.”
Este día de Domingo de Pascua de Resurrección los invitamos a participar en sus Parroquias de este acontecimiento tan importante en nuestra vida de fe.
¡Feliz Pascua de Resurrección!